Desde hace años los hilos tensores se utilizan tanto en los tejidos del rostro como en otras zonas del cuerpo.

En la cara con los años el envejecimiento se produce por la atrofia ósea progresiva, la relajación muscular, le perdida y caída de los compartimentos grasos de la cara, la perdida de colágeno y elastina, así como por el fotoenvejecimiento producido por la luz solar. De todos ellos quizás el más llamativo e importante es la perdida y caída de los compartimentos grasos junto a la pérdida de calidad y cantidad de colágeno. La caída de la grasa hace que está se acumule en las zonas de inserción de los ligamentos faciales que unen la piel al hueso como son el ligamento orbitomalar, nasogeniano y mandibular.

Es por ello que se observa una caída de los tejidos que se acumulan a nivel de la mitad mandibular (Jowl), debajo del parpado (bolsas) y entre la mejilla y el labio dando lugar a unos surcos inesteticos. La caída de la grasa arrastra consigo la caída también de la piel. La aplicación de hilos tensores en la cara permite el reposicionamiento de la grasa y la piel además de crear nuevo colágeno provocando un efecto lifting con un aspecto visiblemente más joven. Los buenos resultados de está técnica, hace que hoy en día se les conozca como lifting no quirúrgico o hilos mágicos.

Muchas personas no pueden o no quieren realizarse un lifting quirúrgico, siendo esta una buena alternativa que consigue un resultado natural y discreto. Se consigue un efecto reafirmante, gracias a la tensión que ejercen los hilos implantados sobre los tejidos y la regeneración de colágeno que también producen. Los hilos son diferentes según el material con el que están fabricados. Los hay de Ácido Poliláctico (Shilouette Soft, marca comercial de laboratorios Sinclair) un material procedente de moléculas de acido láctico (biocompatible y bioreabsorbible), que estimula la creación de nuevo colágeno, y se trata de un material muy extendido en el campo de la medicina y farmacia por sus diversas ventajas. Este material ofrece unos resultados más duraderos ya que sufren una degradación menor durando el tratamiento hasta dieciocho meses (1 año y medio). En cambio, otros hilos como los tensores espiculados o los hilos tensores monofilamentos están fabricados con Poliodioxanona (PDO), otro material también muy utilizado en medicina pero que se degradan más rápidamente lo que hace que se trate de unos hilos tensores que tienen un rendimiento y eficacia menor.

La implantación de los hilos es diferente, ya que los Shilouette Soft se trata de hilos con un sistema de conos reabsorbibles que tienen un contacto 360º con el tejido donde es implantado, lo que hace posible una mayor tracción y efectividad, de forma que para poder obtener resultados visibles bastará con la implantación de 4/6 hilos solamente, en cambio con otros tratamientos de hilos tensores, será necesaria la implantación de un mayor número de hilos para obtener resultados similares.
Este tratamiento es prácticamente indoloro requiriendo tan solo un poco de anestesia local en punto de entrada de la piel. Es preferible no realizarlo en verano. Es una técnica ideal para realizarla en invierno o primavera preparando el rostro para la época estival.

En definitiva, los hilos tensores proporcionan y mejoran los volúmenes faciales, reparando aquellas zonas del rostro en las que se ha perdido volumen y favoreciendo además la formación de colágeno. Reposicionan la piel y la grasa sobre las estructuras faciales profundas, con el fin de conseguir un óvalo facial más definido, una piel más tersa y un aspecto más joven. Por último, también actúan de forma parecida a un relleno dérmico eliminando o disimulando las arrugas y líneas faciales. Los hilos tensores se pueden combinar con otros tratamientos como la mesoterapia, regeneradores de colágeno, peelings o botox, siendo lo que llamamos tratamientos combinados.